Ayer miércoles trece de diciembre cumplí 50 años. Para celebrarlo me decidí a subastar una fotografía de mi autoría que se exhibe en este momento en el Museo de Arte Costarricense, como parte de la extraordinaria muestra DETRÁS DEL PORTÓN ROJO: UNA VISIÓN DE LA ERÓTICA EN EL ARTE COSTARRICENSE. ¡ Mi tríptico fotográfico LA LUNA ACARICIADA (1993) comparte pared con una obra de Francisco Amighetti !
No habían pasado ni dos horas cuando Facebook me informó que no se permiten desnudos ni descripciones de actos sexuales, y para recuperar mi cuenta me obligó a volarme no solo mi post cumpleañero, sino también uno en que compartí notas de una ponencia en la UCR (por lo visto Silvia Federici uso demasiadas veces la palabra “vagina” y “capital” en la misma frase). FB hasta se llevó en la tira un post anterior invitando a esta expo en el Museo de Arte Costarricense, porque como todos sabemos, el rojo y la palabra “erótica” es más de lo que toda buena persona de doble moral puede soportar:
Aqui les dejo la obra infractora. En el Museo de Arte Costarricense se ubica en la que podría llamarse la sala del deseo “normalizado”: heterosexual, falocéntrico, ligado a la exhuberancia de la naturaleza, tan transparente y “normal” que ni parece necesitar rotulos explicativos; y sin embargo, en la red social predilecta para comunicarnos a diario, resulta peligroso y censurable.
Si alguien desea adquirir tan malportada obra, parte no solo de la historia noble del deseo y conciencia corporal, sino que ahora también de aquella de la censura y doble moral, puede contactarme y llevársela a su casa tras el cierre de la exposición en marzo.
Incluye certificado de autenticidad como pieza única, mide un metro setenta y pico de largo enmarcada en madera, fue recientemente restaurada y – ¡ sopresa sopresa ! – tiene que ver con temas tan poco de moda e inmortales como la concupiscencia y el aprender a dejar ir aquello que nos sujeta fisica y emocionalmente. Aqui un detalle del panel central:
Terminada la venta desinstalo el FB de mi cel hasta nuevo aviso. Lo revisaré cada muerte de obispo (o día sin sexo), procurando enlazar contenidos desde este mismo espacio. Bienvenidos sean los comentarios acá. Prometo no censurarlos 😉
Sin ningun compromiso les puedo enviar la obra en mayor resolución para que la valoren. Conversemoslo via Whattsapp o, aun mejor, el maravilloso y decongestionado Telegram.
Por un 2018 en que cada quien aprenda a controlar sus impulsos y quede atrás la figura del gran padre y su ley de prohbición.
JADe